¿Es posible pensar como Warren Buffett?
¿Conoces cómo funciona nuestro cerebro al momento de tomar
una decisión financiera? El mundo de las inversiones también llama la atención
de científicos.
Un grupo de investigadores de Caltech y Virginia Tech realizó
un estudio basado en un juego virtual para determinar cómo funciona el cerebro
de la gente al momento de tomar decisiones de inversión en un mercado volátil.
Los científicos, autodenominados “neuroeconomistas”,
analizaron de cerca el flujo de oxígeno que corre a las regiones del cerebro de
aquellas personas que estaban tratando de hacer dinero. Así, tomaron tomografías de los participantes
para observar cómo aumentaba la actividad cerebral según cada momento.
Los resultados reflejaron que, en un mercado alcista, el
cerebro de los inversores se “ilumina” en el núcleo accumbens, es decir el área
del cerebro que procesa la idea de la recompensa. Mientras que, por otro lado,
un reducido número de inversores recibió otro tipo de señales. A ellos se les
activó la parte del cerebro que señala la presencia del riesgo.
¿Y adivine quién ganó más dinero? Las personas más cautas,
que venden sus papeles aún cuando el precio de sus activos está subiendo.
Inversores del estilo Warren Buffett que prefiere ser cauteloso cuando los
demás son codiciosos y ambiciosos cuando los demás son temerosos.
Según explicó el estudio, en un mercado alcista nuestra mente
no reacciona a los precios altos por no sentir la necesidad de vender y
proteger las ganancias. Más bien, sentimos la imperiosa necesidad de comprar
aún más. En este sentido, el núcleo accumbens nos incita a “comprar más”,
mientras la corteza insular permanece tranquila.
En cambio, los traders más capaces reciben una señal de
alerta de sus cerebros, que los hace sentir más incómodos y los orientó a
vender sus tenencias. En este caso hay una mayor actividad en la corteza
insular, asociada con la aversión al riesgo.
El patrón cerebral más común que encontraron los
investigadores hizo que los inversores actuaran de una manera codiciosa,
comprando agresivamente durante una burbuja.
La observación del estudio conduce a una hipótesis y luego
la prueba. La ciencia dura, demuestra que Buffett se encuentra en la minoría
que negocia su dinero de manera diferente gracias a su cerebro.
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